El
día se despierta nublado en Valencia, hace un poco un frío, y sin duda, yo
estoy algo nervioso. Voy a hacer exactamente lo mismo que llevo haciendo mucho
tiempo y exactamente en la misma cafetería donde todo empezó pero esta vez algo
es distinto, tengo una misión, me dispongo a realizar mi primera valoración
gastronómica. Aquí, en la cafeteria-panadería Moreno-Ponce (calle Cuenca 138, Valencia) hace más de un año comenzó mi costumbre
de desayunar tostadas con tomate, por tanto, es de justicia que aquí comience
mi aventura bloguero-gastronómica.
Llegó
alrededor de las 8.40 de la mañana, ¡buenos días, cariño!; ¿cariño? todavía me
resulta raro que la camarera se refiera así a mí pero ya no me sorprende. Aún
recuerdo, perfectamente, la primera vez que se referían a mí como amor, cielo,
cariño o corazón. El primer día, sinceramente, pensé que había ligado, ya está,
mis evidentes encantos habían hecho todo el trabajo, no había necesitado ni
abrir la boca. Por desgracia (o por suerte), antes de soltarle eso de en tu
casa o en la mía, me dí cuenta que no era así, allí todos eran cariños, amores
y cielos. Además lo hacen todas las camareras da igual vengas de mañana, tarde, noche o madrugada. Supongo, sin duda, que siguen instrucciones del jefe, de
tratar con cercanía al cliente. Jamás lo he entendido, una cosa es cercanía al
cliente y otra cosa es pasarse por varios motivos: 1- que sabrá esa (o con
Raphael que sabe nadie) si soy un cielo o un amor ¿Acaso me conoce? ¿Acaso sabe
si no soy el ser mas odioso de la tierra? ,¿Acaso sabe si no me dedico a poner
zancadillas a las abuelas? ¿Acaso sabe si
mato ruiseñores en mis ratos libres? ( he de tranquilizar, que esto lo estará
leyendo mi madre, que no hago nada de esto). 2- si lo que se pretende es cercanía al tratar a todos así de
exagerado se consigue exactamente el efecto contrario, suena demasiado forzado,
demasiado falso. 3- algunos ilusos,
como el que escribe, le rompéis el corazón en mil pedazos al ver que no ha
ligado, que no es especial, que es uno más.
Me
siento, donde casi siempre, y escucho esas benditas palabras ¿lo de
siempre? ¿tostaditas con tomate?,
¡ay! Que bueno es ser cliente habitual, que ya sepan lo que te apetece incluso
que te pregunten que tal el trabajo, el día…. Solo conozco una cosa mejor que
ser cliente habitual de un bar-cafetería
que es ser cliente habitual de dos o más bares-cafeterías. Pensarlo bien, es el
don que mas se acerca a la omnipresencia divina, conocen tus gustos, horarios,
actividad laboral y te ponen lo que deseas sin pedirlo, en mas de un bar,
increíble, es un autentico superpoder. Cuanto tiempo libre debes tener y
cuantos bares debes frecuentar y que repetidamente para ser cliente habitual en
varios, de verdad, aconojonante.
Moreno-ponce es la típica panadería a la que se le han colocado unas mesas
e inmediatamente se trasforma en panadería-cafetería ( un día dedicaré un post
a una cafetería-charcutería), un local amplio (no como otras panaderías que
tienen dos mesas y ya quieren presumir de ser cafeterías),una señora cafetería.
Llama poderosamente la atención el mostrador enorme con sus respectivas
vitrinas repletas de croissant (o como decimos los de la EGB curasanes),
ensaimadas, empanadillas, chocolatinas, huevos kinder, (¡por dios, que buenos
están los huevos kinder!),todo tipo
de cocas, bocadillos, donuts caseros, que
hacen dudar al común de los mortales sobre que le apetece degustar. Yo no dudo
yo quiero tostadas de tomate con café con leche. Además es una cafetería de
clientela fija, de los que todos los que vamos a la misma hora nos conocemos,
los típicos amigos de cafetería (si mi padre tiene amigos de perros yo puedo
tener amigos de cafetería).
Por
fin, a las 8.48 me sirve mi cafetito con leche y dos minutos después a las 8.50
mis tostadas, ha tardado mas de lo normal ( por exceso de clientes) pero valió
la pena lo que era necesario para estar delante de mi tesoro, de mi manjar, de
la mejor de las viandas. Pero algo falla, algo no está bien, falta mi
periódico, culpa mía, me había liado con el whatsapp. Me levanto, al lado del
mostrador, hay como una especie de estantería donde colocan los periódicos,
arriba los generalistas abajo los de deportes, dos de cada, bastante variedad
tampoco esperaba el Financial Times. Y si, inmejorable, son del día de hoy.
Ahora si, todo perfecto, para empezar a desayunar y a realizar mi crítica.
La
presentación es buena, dos tostadas medianas sin untar sobre un plato blanco
con dibujos florales y acompañadas de un bol pequeñito que contiene el tomate y
su correspondiente cucharilla. El tamaño es el que me gusta, prefiero mucho más
dos tostadas medianas que una grande. Las grandes suelen ser mas bastas y
difíciles de comer, además cuesta mucho mas conseguir untar uniformemente una
tostada de esas grandes y alargadas que dos mas pequeñas. Además una grande,
según quien y depende el tamaño puede resultar hasta violento. En cuanto la
opción que te la den untada o sin untar es algo bastante personal, yo, sin
duda, prefiero que me la den ya untada y lista para comer ( eso si que te dejen cerca el aceite y la sal por si deseo echarle mas) . Llamarme cómodo o simplemente lógico. Que lógica tiene ir a un asador y que te saquen una piedra o una plancha ardiendo para que te hagas tú la carne a tu gusto y luego encima te soplen 50 eurazos. O imaginad que pedís una ensalada mixta y te sacan el tomate, la lechuga, el huevo duro y te digan ! ala, ahí tienes tu ensalada!. Para mi, que te den las tostadas sin untar, que solo te presenten el pan,tiene la misma lógica. También entiendo que si te la dan sin untar es mas cómodo para la cafetería que así, con la excusa de dar mayor protagonismo al cliente para que le la unte a su gusto, no se le podrán quejar si llevaba mucho o poco tomate
Una cosa que debo valorar muy positivamente es el hecho de que en
cada mesa exista un recipiente que tiene el aceite ( virgen extra) , el azúcar
( blanca y moreno) , la sal, y lo que es mas importante ¡ la sacarina!. ¿Por
qué la sacarina es la gran olvidada?, que pasa con la gente como el que escribe
que cada vez que le sirven un café debe levantarse perseguir al camarero y
pedirle si tiene sacarina ( y que no des con un gracioso que termine el chiste
y te responda no de karina no tengo nada juas juas). Eso aquí, en Moreno-Ponce, no pasa. Tienes tu
cestita con la sacarina y el azúcar, por fin se eleva la sacarina a la categoría que se merece,
merece estar en la mesa y no escondida en un cajón solo al alcance del
camarero. No por obviedad hay que dejar de decirlo, el servilletero esta sobre
la mesa (mi experiencia me dice que lo obvio también hay que valorarlo)
El
pan de la tostada, en si, esta buena, esta crujiente ( hoy quizá en algunas
partes demasiado), es de mordisco agradable, la especialidad de este bar es que no tienen plancha sino que la hacen en
hornillo lo cual le da un toque de crujiente diferente. El pan es la típica
pataqueta rebanada por la mitad, además de elaboración propia (beneficios de
apellidarte panadería y llamarte cafeteria).
El
tomate, es su bol, en cantidad suficiente para cubrir dos tostadas medianas.
Hoy venía sin aceite, así que he tenido que echárselo yo (tampoco me ha supuesto
gran esfuerzo). Es tomate natural, es decir, tomate tomate, (nada de preparados
triturados de juanroiglandia o consum) ,
aunque se podría haber rallado mejor, queda demasiada pulpa, demasiados trozos,
y luego eso se nota al paladar. La mayor crítica es que no es del día o al
menos en el momento, claro esto lo se por ser cliente habitual (también tiene
cosas malas el serlo, te enteras de cosas que si vas una vez no sabes). Lo
preparan antes lo aliñan con aceite y lo colocan en un bol grande. Todo siempre
sabe mejor si se prepara en el momento así el tomate no pierde sus propiedades
y sus antioxidantes ( otro post analizaremos los beneficios del tomate). No
obstante, el tomate esta muy rico, lo suelen preparar con el punto idóneo de
aceite ni poco que no se nota ni demasiado que al final haces que se pierda el
sabor del tomate entre tanto aceite. Hoy me eche yo el tomate y esta igual de
rico.
Del aceite, virgen extra y muy a valorar que
te lo den en una botellita de aceite de estas de mesa con su cierre especial
para evitar que desperdicies aceite y que no se pueda volver a rellenar. Odio los
sobres de aceite (desde ya declaro mi cruzada particular contra los sobres de
aceite y los sobres de sal) , eso ni se abre fácil, ni tienes suficiente
aceite, y los mas normal es que acabes perdido de aceite, con suerte en un
lugar no visible, con mala suerte el lamparón de tu vida en medio de la camisa
( y el aceite no sale) y con las horas
que son no te da tiempo a volver a casa a cambiarte.
La
sal, en un salero, esto que parece una
obviedad ya veréis mas adelante en otros post que no lo es. También desde aquí
deciros que los saleros no están pensados para las tostadas con tomate.
Demasiados agujeritos en la tapa. La sal es un punto esencial en la tostada con
tomate, si te pasas de sal la has
fastidiado si queda excesivamente salada, no va a maridar bien la tostada y el
café con leche. El truco, es sencillo coges dedito y medio y cubres la mitad de la tapa del salero. Hecho
esto ya puedes proceder a echar la sal. Desde aquí, públicamente, reclamo
saleros especiales, con menos agujeritos para las tostadas de tomate.
El
café con leche, esta rico, no demasiado fuerte. Los que me conocen saben que yo
siempre he sido mas de hierbas (poleo, te , manzanilla…no mal penséis ) pero
nada marida mejor con las tostadas con tomate que un buen café con leche. Café
con espumita, con una cremita que le da un sabor muy agradable en boca. La
marca es Candelas, no se si es buena o mala marca o las hay mejores, solo se
que sin ser cafetero aquí me esta muy rico el café. Curiosidad en Moreno-Ponce te dibujan sobre el café,
a veces, una flor, una nota musical he llegado a ver un paisaje, un árbol de
navidad y mensajes como buenos días o felices fallas, todo depende del tiempo y
del turno ya que todas las camareras no tienen el mismo arte. Sinceramente esta
mañana la camarera no estaba muy inspirada.
En
conclusión, el conjunto de las tostadas con el tomate y el café esta bueno,
mordisco agradable sobre pan crujiente con su buen tomate (creo que si fuese
del día se mejoraría) acompañado de una café mas que rico a juicio de un recién
llegado al mundo del café ( algún día
que otro me haré acompañar de mas de un entendido cafetero que conozco, de
Juanes Valdez está lleno el mundo)
El
trato al cliente es muy hogareño (dejando de un lado el amor, el cielo, el
corazón) ¿qué tal el trabajo? ¿el
otro día me paso esta anécdota?, te atienden con una sonrisa y un servicio
eficiente.
Termino
mis tostadas, remato mi café y apuro mi periódico. Son las nueve y cinco. Me
levanto dispuesto a pagar, no pregunto cuanto es, siempre es lo mismo. Dos
euros con veinte céntimos. Me parece un coste adecuado, tomando siempre como
criterio el de calidad/precio ( las cosas son caras o baratas según lo que te
ofrezcan). A mi juicio, un desayuno en condiciones, es decir, de calidad, debe
costar entre dos a dos euros veinte
céntimos. Por debajo, algo raro pasa, han tenido que mermar la calidad
del desayuno y por encima es que quieren sacar demasiado beneficio en un solo
desayuno. Por tanto, en Moreno-Ponce
un precio apropiado.
Pago
mi consumición, con dinero justo así me evito estar esperando el cambio ya que
cuando me voy suele haber mas gente que cuando llego ( hora de madres
postcolegio) y así apuro mucho mas ese momento del café con las tostadas y el
periódico que es un autentico deleite. Antes de irme escucho un “que pases
buena mañana, cariño” y allí se marcha el que escribe, "el cariño", hacia una
nueva jornada de trabajo, no sabiendo si creérselo o hacer la mayor de las
atrocidades en la puerta de la cafetería, como pudiese ser matar a un ruiseñor, para que por fin las camareras no se tomen tal injustificadas licencias.
VALORACIÓN
Calidad: 7,75
Tomate_____ 7
Pan________ 7
Café________8,5
Aceite________ 8,5
Cantidad:
10
Trato
cliente: 9,5
Calidad/Precio:
10
Rapidez:
9
Total: 9,25